sábado, 12 de abril de 2008

ABRIL: “ MES DE ATAQUE A LAS REVOLUCIONES LATINOAMERICANAS”

El mes de “Abril” viene marcando la historia latinoamericana del siglo XX
en los procesos revolucionarios. Sino veamos el ataque que la derecha ejecuta a los líderes revolucionarios como son a Emiliano Zapata, Jorge Eliécer Gaitan y a Nuestro Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, que coincidencias que sea precisamente en el mes de abril cuando la derecha lanza su ataque sanguinario. Hagamos memoria de los sucesos:

Emiliano Zapata:
Quien era un Líder revolucionario y reformador agrarista. Nació el 8 de agosto de 1879 en Anenecuilco, estado de Morelos (México), en el seno de una familia de pequeños propietarios de tierras, pero ante su pobreza, la familia Zapata diversificó sus actividades, encaminándolas a la pequeña ganadería. De ese modo los animales les permitieron autonomía de la hacienda azucarera vecina. Desde muy temprana edad, advirtió las grandes injusticias que se cometían en contra de quienes trabajaban la tierra. En 1902 ayudó a las personas del pueblo de Yautepec (Morelos) que tenían problemas con el hacendado Pablo Escandón, acompañándolos a la ciudad de México para exigir que se les hiciera justicia. En 1906 asistió a una junta de campesinos en Cuautla, para discutir la forma de defender frente a los hacendados vecinos las tierras del pueblo. Como represalias, en 1908, se vio forzado a incorporarse al noveno regimiento de Cuernavaca, forma de castigo, a la que se le conocía como leva, era frecuente durante el porfirismo. En septiembre de 1909 fue electo presidente de la junta de defensa de las tierras de Anenecuilco. Reunió un ejército de peones, la mayoría de ellos indígenas de Morelos, y con "Tierra y Libertad" como grito de guerra pasó a formar parte en 1910 de la Revolución Mexicana de Francisco Indalecio Madero, que pretendía acabar con el régimen de Porfirio Díaz. Zapata comenzó su guerrilla en marzo de 1911, tomaron Jojutla, Chinameca, y sitió Cuautla que estaba defendida por los porfiristas. Y mas tarde toma Cuernavaca. Al triunfo de los maderistas, Zapata se negó a deponer las armas ya que todavía no se habían devuelto las tierras a los indígenas. Mientras tanto los hacendados comenzaron hacer una campaña en contra de Zapata, tratándolo como un bandido. Dejó de confiar en Madero, que comenzó a ejercer como presidente en 1911, y se declaró en su contra, formulando su propio programa de reforma agraria (conocido con el nombre de Plan de Ayala), mediante el que pensaba redistribuir la tierra entre los campesinos. En febrero de 1913, Victoriano Huerta protagoniza un golpe de estado contra Madero, por lo que Huerta toma la presidencia y manda detener a Madero quien mas tarde muere asesinado. Durante las presidencias del dictador Victoriano Huerta (1913-1914) y del presidente constitucionalista Venustiano Carranza (1914-1920), continuó con sus movimientos en contra del gobierno, extendiendo su poder por todo el sur de México. Junto a Pancho Villa, que había aceptado el Plan de Ayala, entró en la ciudad de México en 1914. Un año después se trasladó a Morelos, donde prosiguió con la defensa de sus posiciones, frente a las tropas constitucionalistas. Zapata durante este tiempo creó las primeras Comisiones Agrarias, estableció el Crédito Agrícola además que inauguró la Caja Rural de Prestamos en Morelos. Luego en octubre de 1915 el gobierno de la Convención promulgó la Ley Agraria. El 10 de abril de 1919 fue asesinado en una emboscada organizada por el coronel Jesús Guajardo, en la hacienda de Chinameca. La acción causó una enérgica condena de la opinión pública y de gran parte de los propios sectores constitucionalistas.

Jorge Eliécer Gaitán:
Quien era un dirigente político colombiano cuyo asesinato el 9 de abril de 1948 provocó el movimiento popular conocido como el Bogotazo. Nacido en el popular barrio de Las Cruces, era hijo de Eliécer Gaitán Otálora, liberal radical que tras trabajar en diferentes oficios se dedicó finalmente a la venta de libros usados. Su madre fue Manuela Ayala de Gaitán, maestra de escuela, mujer activa y progresista que dejó honda huella en la formación de su hijo.
En febrero de 1920 ingresó a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional, y cuatro años más tarde obtuvo el título de abogado con su controvertida e importantísima tesis Las ideas socialistas en Colombia.

Las esperanzas de una sociedad más justa terminaron con la muerte del líder que encarnaba las esperanzas de los más pobres.

Sobre el 9 de abril de 1948 se pueden escribir muchas cosas, pero sin duda las tres balas que segaron la vida de Jorge Eliécer Gaitán Ayala se convirtieron en el detonante que partió en dos la historia del siglo XX en Colombia.

Pero, ¿qué significaba Gaitán en la sociedad colombiana para que ella reaccionara de la manera como lo hizo ante su asesinato? Nacido en Manta (Cundinamarca), Gaitán llegó a ser uno de los mejores penalistas y políticos de la época. Estudió en la facultad de derecho de la Universidad Nacional en 1925 y se graduó magna cum laude, en derecho penal en la Universidad de Roma. La astucia y habilidad política hicieron de Gaitán un verdadero caudillo que despertó admiración y se entronizó en el corazón de su pueblo. Fue el capitán del "país nacional" que se enfrentó valerosamente al "país político", señalando la politiquería, la corrupción, el fraude y el engaño como las plagas que carcomen a la Nación, oprimen al pueblo y no permiten progresar. Esta labor no sólo la realizaba en el Congreso de la República sino en la oficina de abogados que él tenía, lugar donde sucedería el magnicidio.

Al ataque

En la mañana de ese día, Juan Roa Sierra, un joven esquizofrénico que vivía en el barrio Ricaurte, salió de su casa sin bañarse ni afeitarse. Vestía un raído traje carmelita de paño rayado, zapatos amarillos rotos y un sucio sombrero de fieltro. A las 10 de la mañana se dirigió al centro de la ciudad, al famoso café Gato Negro, popular sitio de reunión de intelectuales, periodistas, poetas y bohemios, localizado a pocos metros del edificio Agustín Nieto, donde Gaitán tenía su oficina de abogado.
A las 9 de la mañana el caudillo llegó a su oficina. Hacia el medio día Roa Sierra se dirigió a la oficina del penalista. La secretaria, Cecilia de González, atendió la inesperada visita del extraño que solicitaba entrevistarse de inmediato con el jefe liberal. Al no ser atendida su petición Roa Sierra abandonó la oficina con muestras de altanería y desagrado, y se ubicó sobre la carrera séptima, cerca de la puerta del edificio.

Entre las 12 y la una de la tarde arribaron a la oficina Jorge Padilla, Alejandro Vallejo, Pedro Eliseo Cruz y Plinio Mendoza Neira, amigos personales de Gaitán. Hacia la una de la tarde Mendoza Neira invitó a los asistentes a almorzar al Hotel Continental: "Acepto, Plinio, pero te advierto que yo cuesto caro", contestó Gaitán. Al salir del ascensor Plinio Mendoza tomó del brazo a Gaitán y detrás siguieron Cruz, Padilla y Vallejo. En el momento que llegaron a la puerta del edificio, siendo la 1:05 de la tarde, Roa Sierra apuntó con el revólver a Gaitán, quien de inmediato se desprendió de Plinio y trató de regresar al edificio. En ese instante el homicida disparó tres veces sobre él. Apremiados por la inesperada circunstancia sus acompañantes buscaron un vehículo para llevarlo a la Clínica Central. Allí falleció cuando su amigo y médico Pedro Eliseo Cruz se disponía a practicarle una transfusión de sangre.

“El bogotazo”

Estupefactos, los transeúntes, loteros y lustrabotas del sector empezaron a gritar: "¡Mataron al doctor Gaitán!, ¡mataron al doctor Gaitán!, ¡Cojan al asesino!". Un cabo de la Policía capturó a Roa Sierra, lo golpeó y lo desarmó e ingresó con él a la droguería Granada cerrando la reja para proteger la vida del homicida. Cuando se le inquirió por las causas él respondió: "No puedo.son cosas poderosas que no puedo decir". Luego la turba enfurecida que se había formado en minutos sacudió la reja y la abrió. La muchedumbre ingresó y un lustrabotas le pegó con su caja de embolar en la cabeza. Roa Sierra cayó al piso. Lo sacaron de la droguería y sobre el andén lo masacraron.

La noticia de la muerte del jefe del liberalismo se difundió a todo el país. En Bogotá la turba que se había congregado frente a la Clínica Central bajó a la carrera séptima y engrosó la marcha macabra que se dirigía a Palacio. Al llegar a la carrera séptima con calle octava, desnudaron el cadáver de Roa y amarraron los pantalones a un palo para ser agitados como bandera revolucionaria mientras gritaban "¡Viva Colombia! ¡Abajo los godos!". En las otras ciudades del país la revuelta estalló en focos dispersos, parciales, en actitudes grupales o aisladas, pero reflejaban la situación de indignación del pueblo liberal.

Al llegar a Palacio los manifestantes arrojaron el cuerpo desnudo de Roa Sierra contra la puerta principal. De inmediato salieron del Batallón Guardia Presidencial 80 soldados al mando del teniente Silvio Carvajal y procedieron a dispersar a los manifestantes, quienes abandonaron el lugar replegándose hacia la Plaza de Bolívar.

Algunos grupos de revoltosos se congregaron en las esquinas bordes de la Plaza de Bolívar. Comenzaron los incendios en el sector; primero ardió el Palacio de San Carlos, luego la Nunciatura Apostólica, los conventos de las Dominicanas y de Santa Inés, la Procuraduría General de la Nación, el Instituto de la Salle, el Ministerio de Educación, la Gobernación de Cundinamarca, el Palacio de Justicia y los tranvías. A la par de los incendios se iniciaron los saqueos a los almacenes, joyerías y platerías.

A las 3 de la tarde salieron de la Escuela de Motorización (hoy Grupo de Caballería Mecanizado Rincón Quiñones), tres tanques de guerra y seis carros blindados al mando del capitán Mario Serpa rumbo a la Plaza de Bolívar. El capitán Serpa, para evitar el uso de las ametralladoras con que estaban provistas sus unidades blindadas, abrió la escotilla y trató de persuadir a los manifestantes para que se retiraran. En ese instante tres tiros hirieron mortalmente al capitán. De inmediato los tanques dispararon sobre la multitud.

Aunque el sector del Palacio Presidencial fue controlado por el Ejército, la autoridad en la capital desapareció. Los policías se sublevaron, apoyaron la revuelta, distribuyeron fusiles entre espontáneos francotiradores y, en la Quinta Estación, trataron de organizar con algunos líderes gaitanistas una junta revolucionaria para darle alguna dirección al movimiento insurgente y tumbar el gobierno de Ospina Pérez.

Hacia las 6 de la tarde llegaron a Palacio Darío Echandía, Carlos Lleras, Plinio Mendoza y Luis Cano. El presidente los recibió con sorpresa, pues él no los había invitado. Los dirigentes sugirieron que la solución era la renuncia del primer mandatario. Ospina les manifestó que eso provocaría una guerra civil, pues en el resto del país la situación estaba controlada, los gobernadores y alcaldes le respaldaban y las Fuerzas Militares adelantaban los operativos necesarios para restablecer el orden.

A medida que iban pasando los días la situación se fue normalizando: el 10 de abril Ospina nombró ministro de Gobierno al dirigente liberal Darío Echandía, el 11 de abril Laureano Gómez viajó rumbo a España, el 13 de abril se reanudaron la sesiones de la Conferencia Panamericana; en fin, la ciudad volvió a su tranquilidad y la violencia continuó, como fue habitual desde la década de los años, en las provincias y zonas rurales del país.

¿Qué cambió?

Si después del asesinato de Gaitan Bogotá volvió a la normalidad, no hubo ningún cambio estructural en el gobierno ni en sus instituciones y la violencia partidista no nació a partir de este acontecimiento, ¿por qué el homicidio de Gaitán cambió la historia de nuestro país?

Porque su muerte recrudeció la exclusión y persecución política del contrario e hizo patente la crisis de legitimidad del Estado. La violencia que se generó en el campo provocó un desplazamiento masivo de la gente hacia las urbes, y fue de esta manera como las ciudades empezaron a tener asentamientos humanos subnormales conocidos como tugurios.

Los pobres de entonces engrosaron la clase media y los emigrantes y desplazados del campo formaron el estrato bajo e indigente que vive entre la penuria y el hambre. Esa nueva clase social, miserable y desposeída hasta de la esperanza, que sólo se tuvo en cuenta como un fenómeno migratorio, años más tarde sería otro factor de desestabilización que afectaría, al final del siglo XX, a toda la Nación colombiana.


Hugo Rafael Chávez Frías:
El liderazgo del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, se fortaleció a raíz del golpe de Estado que el 11 abril de 2002 perpetraron sectores de oposición alentados por el Gobierno de Estados Unidos, con el cual se sacó del poder al actual Jefe de Estado por un período de 48 horas.
El gobierno del golpista y autojuramentado Pedro Carmona Estanga, que llegó al poder el 11 de abril de 2002 con el apoyo de las cúpulas de Fedecámaras, la Iglesia Católica, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y un sector antipatriota de la Fuerza Armada Nacional recibió una respuesta clara de parte del pueblo venezolano, que dos días más tarde comenzó a reclamar el regreso del Presidente legítimamente electo.
Sobre este tema, el diputado y segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional, José Albornoz, consideró que los sucesos que comenzaron con el Golpe de Estado representan una trilogía para la historia venezolana, al referir que durante los días 11, 12 y 13 de abril de 2002 se dieron diferentes situaciones.
Detalló que, a su juicio, se debe a que el día 11 corresponde al de la violación del hilo constitucional y a la sangre derramada con la muerte de venezolanos en Puente Llaguno, mientras que el 12 es el día del silencio, cuando no se sabía nada acerca del Presidente venezolano. Estas dos jornadas, según Albornoz, fueron seguidas por una más importante, el 13 de abril, al que llamó como “el día en el que se divide la historia de Venezuela, en antes y después del 13 de abril”.
Al mismo tiempo, el parlamentario explicó que “luego del silencio del 12 de abril, un día más tarde, “cuando vimos la concentración de personas frente al Palacio de Miraflores el día 13 de abril, nos dimos cuenta que la gente había comenzado a responder, lo cual sirvió para que se iniciara la retoma del palacio presidencial”.
“El día 13 es un día muy importante porque se parte la historia del país, que significó que el pueblo se fue a la calle a reclamar, sin violencia, el regreso del presidente Chávez”, añadió Albornoz.
En ese sentido, insistió que para la democracia y la Revolución Bolivariana, el 13 abril marcó un punto importante porque se fortaleció el liderazgo del presidente Hugo Chávez, y con ello la democracia venezolana.
Oposición en riesgo de desaparecer
Albornoz indicó también que al cierre del año 2002, la oposición venezolana, sin estar consciente del fortalecimiento que recibió el Gobierno después del 11 de abril, quiso repetir sus estrategia golpista con la huelga general que comenzó en enero de ese año.
Al respecto, consideró que “al cierre del año 2002 y comienzo de 2003 lo que marcaba la pauta era la consolidación del liderazgo de Chávez, impulsado por el pueblo venezolano, que de una manera heroica fue capaz de pasar dos meses y medio sin combustibles y sin alimentos como producto de la huelga y el sabotaje petrolero”.
Enfatizó que ante el papel que ha desempeñado y pretende desempeñar la oposición, la mayoría de los venezolanos están atentos a las cosas que pasan, por lo que además puntualizó que “mientras intenten tener protagonismo político a través de las vías no democráticas, corren el riesgo de desaparecer”.
“El pueblo venezolano no es el mismo de las décadas pasadas, porque ha madurado, así lo ha expresado y siente todo lo que ha hecho la revolución por el país”, añadió.
No habrá otro 11 de abril
El legislador también planteó que no existen condiciones para que se produzca una situación similar en la actualidad, al argumentar que con el fortalecimiento del liderazgo de Chávez la oposición venezolana ha sufrido un debilitamiento.
Aseguró que las posiciones en la FAN, así como los comportamientos de la Iglesia Católica, no son los mismos que en el año 2002, mientras que los trabajadores venezolanos ahora tienen otra actitud con respecto al país, “tienen mayor activismo político”.
Asimismo, subrayó que el movimiento sindical no tienes los mismo planteamientos de 2002, así como también valoró el hecho que la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), ya no está en el tapete político del país.
“La cúpula empresarial, representada por la CTV, que en aquel momento atentó directamente contra el Gobierno del presidente Chávez, hoy no tiene la fuerza que le permitió conspirar en 2002”, expresó.
Por tales motivos, Albornoz descartó que se lleve a cabo una situación similar a la de 2002 en Venezuela, no solamente por la debilidad que ha sufrido la oposición, sino también por la fortaleza que ha adquirido el movimiento revolucionario en Venezuela.
“El pueblo venezolano y sus fortalezas no van a permitir que ocurra otro 11 de abril, además de que la oposición no tiene la capacidad de conspirar de la misma manera que lo hizo en 2002”, puntualizó.

A seis años del golpe de Estado más de 100 países se solidarizan con Venezuela

Más de 100 países del mundo programaron movilizaciones de solidaridad y respaldo con el pueblo venezolano, luego de seis años del golpe de Estado de abril de 2002 y del retorno del sistema constitucional en el país, dijo este viernes el ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro Moros.
La información se dio a conocer por medio de un boletín de prensa emanado del despacho de Relaciones Exteriores.
El canciller Maduro indicó que hombres y mujeres, estudiantes, profesores, trabajadores, campesinos, amas de casa, movimientos de mujeres, parlamentarios, gobernadores y alcaldes del mundo entero saldrán, junto a sus respectivos pueblos, en homenaje y solidaridad con Venezuela.
“El mundo entero se va a movilizar en un gesto de amor, de apoyo a nuestro país”, afirmó Maduro.

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